BUENOS DIAS CHATO...
Existe en mi barrio, una persona de esas que parecen no serlo: Todos lo conocen con el alias de “Chato”.
Cuando alguien lo ve, inmediatamente le saca la vuelta. Viste desgarbado, con ropa sucia y sin afeitar, huele mal, y siempre habla. Siempre habla y mucho.
Cuando yo salgo de mi casa para venir al trabajo, siempre me lo encuentro en el camino a tomar el camión. Lo veo, siempre caminando y hablando. Los amigos de la infancia que también lo conocen, le gritan de cosas y el solo contesta balbuceando no sé que palabras, todos se burlan de él pero lo respetan.
Algunos cuentan historias sobre su vida: Que fue engañado por su esposa y que por culpa de ella perdió la razón, otros dicen, que de niño sufrió de una violación que lo dejó marcado y que siempre que alguien se le acerca, huye balbuceando palabras. Otros dicen que sufrió una caída en el barranco que da al río Canoas y que al caer de una altura de mas de 10 metros se golpeó la cabeza y quedo “mal”.
A veces se ve recolectando cartón, o latas de refresco o cerveza vacías, para luego ir a venderlo y sacar para comer. Hace tiempo que se le ve dormido en la calle, y las almas caritativas le llevan una cobija, que después él mismo deshecha por ahí o se la quitan los drogadictos y mal vivientes del barrio.
La verdad es, que de los mas de 30 años de vivir en esta colonia, nunca he conocido donde es que vive el “Chato”; es más no sé ni su nombre real, si come o no come, si duerme o no lo hace, si se asea o no. Simplemente no lo sé.
Lo único que sé es que cada vez que me ve o se cruzan nuestros caminos, yo no me hago a un lado, al contrario me acerco para que me diga (balbuceando como siempre) __“BUENOS DIAS”__ para luego alejarse como siempre sin decir nada más.
Cuando alguien lo ve, inmediatamente le saca la vuelta. Viste desgarbado, con ropa sucia y sin afeitar, huele mal, y siempre habla. Siempre habla y mucho.
Cuando yo salgo de mi casa para venir al trabajo, siempre me lo encuentro en el camino a tomar el camión. Lo veo, siempre caminando y hablando. Los amigos de la infancia que también lo conocen, le gritan de cosas y el solo contesta balbuceando no sé que palabras, todos se burlan de él pero lo respetan.
Algunos cuentan historias sobre su vida: Que fue engañado por su esposa y que por culpa de ella perdió la razón, otros dicen, que de niño sufrió de una violación que lo dejó marcado y que siempre que alguien se le acerca, huye balbuceando palabras. Otros dicen que sufrió una caída en el barranco que da al río Canoas y que al caer de una altura de mas de 10 metros se golpeó la cabeza y quedo “mal”.
A veces se ve recolectando cartón, o latas de refresco o cerveza vacías, para luego ir a venderlo y sacar para comer. Hace tiempo que se le ve dormido en la calle, y las almas caritativas le llevan una cobija, que después él mismo deshecha por ahí o se la quitan los drogadictos y mal vivientes del barrio.
La verdad es, que de los mas de 30 años de vivir en esta colonia, nunca he conocido donde es que vive el “Chato”; es más no sé ni su nombre real, si come o no come, si duerme o no lo hace, si se asea o no. Simplemente no lo sé.
Lo único que sé es que cada vez que me ve o se cruzan nuestros caminos, yo no me hago a un lado, al contrario me acerco para que me diga (balbuceando como siempre) __“BUENOS DIAS”__ para luego alejarse como siempre sin decir nada más.
mmtaaa... tío perdoneme lo mal pensao, en principio pensé que hablaba de Ud.
Saludos,
Silvano