Monday, September 26, 2005

Ganaron los Rayados y me quede sin dinero y con hambre

Fin de semana, clásico en puerta, caloron tremendo y yo sin dinero.

El sábado por la tarde, después de salir del trabajo, me dirigí a mi casa. Al arribar a casa, la Tía Lencha tenia visitas (a poco no se encabrona uno por eso) eran la “BANDA DE LAS PETACONAS o sea mis cuñadas y un concuño (joto el wey). Yo que venia con un hambre de los mil demonios y allí estaban todos, degustándose lo que mi viejona me había preparado. No me dejaron ni siquiera tantito. Quise hacer un pancho por el detalle, pero La Tía Lencha, me arrojo unas miradas de esas que hasta a un ciego lo hacen bajar la mirada. De inmediato me dijo: “Tengo aguacate y pan bimbo, ¿Te preparo unos loches con jamo? Que mas, dije yo, ya LA BANDA DE LAS PETACONAS me dejaron sin botana. Imagínense ustedes, comiéndose un lonche a las tres de la tarde en sábado y con el inche calaron que hacia y yo a las carreras porque tenía que ir ver el juego, pues eso calienta hasta un esquimal.

Me comí el lonche, y le dije a La Tía Lencha, que iba a ver el partido, no termine de decir la frase cuando ya estaba mi concuño listo pa´ acoplarse el condenado. Debo de decir que antes de que le dijera a mi vieja que iba a ver el partido, tuve que negociar con ella el monto de lo que habría de desembolsar. Por la mañana un compañero de la empresa, me pidió que le cambiara unos vales de despensa, y yo como soy muy buena onda se los cambie al 10%, es decir le di 100 pesos por 110 en vales, una ganga para estos tiempo. Mi plan era hacerle lo mismo a mi viejona pero… (Porque siempre tiene que haber un pero) me dijo muy quitada de la pena y apoyada por toda LA BANDA:
.- Si te los cambio pero al 10%.

Ta mare, pos de donde aprendió mi viejona a hacer negocios. Ahí estuvimos en que ni madres, que lo mismo valían como si fuera un peso, que si, que si no, pero como LA BANDA oyó la negociación, no tardaron en invitarse (metiches) a la conversación y sin mas ni mas dijeron. “Si no quiere como tu dices, entonces no le des nada”

Llegamos a un acuerdo y se hizo el cambio (100 pesos por 110 en vales). Mi concuño, se acoplo y por mas que le dije que no le iba a gustar a donde iba a ir el dijo que le valía madres, que de mejores cantinas lo habían corrido (concha el condenado). Nos fuimos a una cantinita por el rumbo de Cd.Guadalupe que pues no esta tan mal, pero no tenia clima. Mis Gloriosos rayados ganaron a los Títeres y todo estuvo con madre, excepto por lo que me gaste y l oque me tome. Me tome 6 cervezas, se acabaron los 100 pesos y mi concuñis, se tomo como 12 y también las tuve que pagar yo. Ganaron los Rayados y gano mi concuñis. No somos nada.

Hoy lunes, ando sin dinero, con un inche dolor de panza, con un sueño de la chingada y no tengo hambre.

Con cariño pa´los sobriníos SU TIO LAUREANO

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