El Clima de Monterrey, S A de C V

Siempre lo he dicho, acá en Monterrey el clima siempre está estable: ósea de la chingada.
Apenas el lunes 20 estuvimos a mas 35° como máxima, el día 21 30° máxima al punto del mediodía, el 22 a 18° y hoy amanecimos con 10°.

Hoy por la mañana que llevaba a los Tremendos del Norte a sus respectivos centros escolares, me dijo el Sr. Kimura:

Papá, yo creo que aún no entra la primavera, porque hace frío._
A lo Harry Potter, inmediatamente replico:
No Jorge (así se llama Kimura) lo que pasa es que llegó un frente frío_ y como Kimura piensa a mil por hora, contesto: Pos se me hace que no nada mas es su frente porque parece que es todo el cuerpo.
_ja ja ja no manches Jorge, te la bañaste_ contesto Harry Potter y yo solo me reí.

Pero en realidad el clima ha estado variando, si ya sé que me van a decir “febrero loco y marzo otro poco” pero esto ya es un manicomio.

Por lo pronto, ahora hace un pinche frío de la chingada y yo tuve que venir a trabajar.

Tigres 2 Monterrey 1 Valio madre...

El viernes me despedi de muy buena gana de todos los que colaboran a mi lado, deseandoles un muy buen fin de semana.... pero hoy


Ganaron los malditos tigres y a todos los que les desee buen fin de semana llegaron con la malditra novedad y al unísono me dijeron: FELIZ INICIO DE SEMANA RAYADITO...

Ches uleros, no les vuelvo a desear ni madres...

Tengo hambre... y me echaron méndigo POLLO

Tres de la tarde, el sol acuesta (como burlándose de mí) pesándome en la espalda. Voy pasando por donde la sonrisa del viento se queda muda, donde el solo se esconde del asfalto, ahí reposo.

El mundo esta dando vueltas y yo me quedo quieto. Imagino la vida sin girar, se siente bien. Todos me miran y vislumbran en mi figura pegada al caliente asfalto que tengo calor.
Y si, tengo mucho calor, pero también tengo hambre. Por sobre mi cabeza pasa el tren del metro, se oye su paso rápido y a punto de detenerse. Apresuro el paso, las tripas se están susurrando algo que no alcanzo a entender, algo que parece reproche. Me llevo la mano derecha a la boca del estómago y digo con mucha sabiduría (no se requiere gran esfuerzo):
Calma, estamos por llegar.

Para llegar a comer, tengo que caminar mendigas 4 cuadras de unos 100 metros cada una, pero que hoy parecen de mas de un kilómetro de largo. Será porque vine a la oficina sin almorzar acaso, no lo sé, pero lo que sí entiendo es que el estómago tiene hambre y por consiguiente mis pies caminan más rápido de lo común. Al fin llego a la casa de mi tía, y de inmediato (antes de saludarla) me dirijo a la cocina y busco en que calentar la sopita que la Tía Lencha me ha preparado para mi comida. ¡Y de pronto!... NO MAMES... ME ENVIÓ CON POLLO DE COMIDA Y A MI NO ME GUSTA EL POLLO.

Es el acabóse, a mi no me gusta el pollo, ahora que re chingados voy a comer...

Mi tía en su infinita amabilidad me indica que no tiene nada de malo el pollo, que es muy rico y quien sabe cuantas otras atribuciones le puso. Si lo sé, pero a mi no me gusta el pollo. Cada vez que como pollo, me da DIARREA y es insoportable estar yendo constantemente al “WC” a enseñarle las nalgas al inodoro.

Al menos me sirvió también arroz, y eso fue lo único que comí. Ahora me siento un pinche chino, me piratearon la comida, me dijeron que me iban a echar de launch (que mamón me vi) y me dieron POLLO y a mi no me gusta.


TENGO HAMBRE...