Wednesday, April 26, 2006

¿Quién te enseñó a fumar, que no te enseñó a comprar?

Me gusta leer el blog de guffo, me recuerdan muchas cosas que pase en mi niñez y otras cosas mas. Siento que muchas personas nos callamos realmente lo que no nos gusta de otras personas; a mi por ejemplo:

Cuando era un bebedor consuetudinario (sepa la madre que será eso, pero se oye con madre) me caía mal, que los pelaos que andaban tomando o que estaban en la misma parranda que yo, nunca trajeran cigarros. No es que fuera muy agarrado yo para no darles un pinche cigarro, pero lo que si no me gustaba era que; si fumaban, porque no traían cigarros. Cada vez que yo sabía que iba a tomar, siempre me compraba dos cajas de cigarros, como por lo general era de llegar a las 2 o 3 de la mañana en la borrachera, pues bien sabía que a la hora que se me acabara la 1er. cajetilla estarían cerradas las tiendas y me daba hueva ir hasta el Super 7 u Oxxo mas cercano, así que siempre me preparaba.

Cuando yo empecé a fumar, me acuerdo que un cuate al que le pedí un cigarro me hizo la pregunta de siempre: ¿Quién chingados te enseño a fumar?, y yo pues le decía el nombre de la persona, para luego contestarme: ¡Pues que también te enseñe a comprarlos!. Solo una vez me lo dijo, y eso fue para siempre. Desde entonces siempre trato de traer mis cigarros, para no pedir a nadie. Y cuando por casualidad o por falta de dinero no puedo comprar, me aguanto el chingado vicio y no fumo (ojalá y nunca trajera para comprar).

Yo les digo a mis Tremendos del Norte, que no fumen, es muy malo el hábito o vicio ese, además de que siempre anda uno todo oloroso a cigarro (que no a tabaco), las morritas te ven y te hacen el fuchi (unas se lo aguantan, nada más para pedirte) le sucedió a guffo.

Mis hermanos están igual. Siempre que se ponen a tomar, nunca traen cigarros, y el que sale bailando soy yo, y mas ahora que ya dejé de tomar (ni consuetudinariamente), me les escapo a los canijos.

En fin, algún día entenderán que deben de comprar sus pinches cigarros y dejarlos míos en paz.


Saludos a los sobrinos.

Wednesday, April 05, 2006

Perdóname pero te quiero un CHINGO...

Hace ya mas de 18 años que está conmigo, en las buenas y en las malas, en la riquezas y en la pobreza... aún sigue siendo igual: timida, sencilla y sobre todo mas hermosa.

Me refiero a La Tía Lencha.

Han sido 16 años que después de habernos dado el SÍ ante Dios y ante los hombres, hemos compartido de todo. Tenemos dos hijos: El Harry Potter y El Sr. Kimura (ya pronto tendrán sus fotos), los cuales son el amor de nuestras vidas y el principal motor de nuestra relación.

Ella siempre ha sido una MUJER en toda la extensión de la palabra, una MADRE ejemplar, una ESPOSA admirable, una AMIGA invaluable y una AMANTE excepcional. A veces bueno no a veces, siempre me lo he dicho y repetido que, yo no la merezco, yo soy todo lo contrario de ella. Ella es paciente, yo un desesperado de primera, ella es tierna y cariñosa y yo, también lo soy pero no a igual grado. Ella es tranquila, no muy fácil se enoja, en cambio yo soy una estopa empapada de combustible, que solo falta que le de un rayo de sol, para encenderse. En fin, muchas diferencias pero aún así la AMO CON TODA MI ALMA, VIDA y CORAZON.

No me canso de observarla y cada vez que la veo siempre se lo digo:
“Mendiga viejona, me gustas un chingo y te quiero de a madre”__
Ella solo se sonroja y me dice que me esté quieto.

Pero es verdad, después de 16 años de matrimonio, sigo estando enamorado de mi viejona. Yo creo que por eso soy tan feliz. No crean que no tenemos broncas, claro que las tenemos pero siempre soy yo el que las inicia, y ella siempre termina por quedarse callada, creo que es la forma de decirme que me tranquilice y que hablemos en calma. La verdad yo no se que haría sin ella, es casi como mi MADRE o como una buena hermana que me cuida y me protege y siempre está al pendiente de mi y de nuestros hijos.

ELLA ES TODO PARA MI

Perdóname vieja por QUERERTE TANTO...